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Hay que tirar las vacas por el barranco

La Caja de Fósforos, La Máquina Teatro e Circuito de Arte Contrajuego

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Teatro

Venezuela | España | Brasil

14 años

110'

R$30 inteira

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En uno de sus libros, el neurólogo británico Oliver Sacks (1933-2015) afirma que “para devolver el sujeto humano al centro – el ser humano sufridor, torturado, en lucha – debemos profundizar un relato de caso transformándolo en una narrativa o historia”. Mucho de lo que él aprendió puede ser atribuido a uno de sus hermanos, Michel, diagnosticado con esquizofrenia a los 13 años, cuando tenía “delirios y surtos psicóticos explosivos”. El acompañamiento médico le permitió vivir hasta los 78 años.

El espectáculo “Hay que Tirar las Vacas por el Barranco” encadena cinco relatos de pacientes o familiares cuyas vidas fueron afectadas por graves afecciones mentales crónicas, caracterizadas por una disociación entre el pensamiento y la acción, y que provocan la pérdida de contacto con la realidad y la desagregación de la personalidad.

Sentados atrás de una mesa, en el centro de la escena, frente a un micrófono, o de pie en un costado, ante otro micrófono, actores y actrices cuentan sus historias clínicas con simplicidad y cadencia propia.

Los textos pertenecen al libro “Las Voces del Laberinto” (2005) del periodista y escritor catalán Ricard Ruiz Garzón. Él se permitió dar forma literaria a ese difícil tema después del suicidio de un amigo, por eso adopta el punto de vista de las personas enfermas y de aquellos y aquellas con quienes conviven.

En la concepción del director Orlando Arocha, a veces el teatro precisa desnudarse a sí mismo, y de sus mecanismos más elementales para poder hablar de ciertos contextos.

“Oír a los pacientes víctimas de la enfermedad, oír a los familiares víctimas del mal a través de voces concretas, apoyados en un orden artístico mínimo, en su desesperación pura y humana, puede tener la capacidad de romper las barreras que nos impiden de vernos en esos seres que comparten el mismo espacio mental: el espacio de lo humano”, dice Arocha, a respecto del proyecto que une a su compañía, la venezolana La Caja de Fósforos, con la española La Máquina Teatro y el Circuito de Arte Contrajuego, iniciativa del actor brasileño Ricardo Nortier, radicado en Caracas.

Si usted llegó hasta aquí preguntándose sobre el enigmático título de la pieza, aguarde para conocer la fábula lapidaria de su desenlace.

Quienes son
La compañía venezolana La Caja de Fósforos, de Caracas, y la española La Máquina Teatro, de Valencia, se mueven juntas con el objetivo de unir culturas. No en vano, triangulan con el Circuito de Arte Contrajuego, iniciativa del actor brasileño Ricardo Nortier. En 2011, montaron en escena “La Fiesta”, del siciliano Spiro Scimone, espectáculo al cual se unieron italianos. El equipo cree que al valerse del intercambio, podrán romper mucho más las barreras lingüísticas y expresivas.

Ficha técnica
Texto Ricard Ruiz Garzón, a partir de seu livro «Las Voces del Laberinto» 
Adaptación y dirección Orlando Arocha 
Actores Ricardo Nortier, Diana Volpe, Gretel Stuyck, Haydée Faverola e Rafa Cruz 
Participan Abel Garcia e Robson Emílio 
Un encuentro cultural de Venezuela, España y Brasil 
Producción en MIRADA Palipalan Arte e Cultura