La Mujer que Soy

La evolución histórica del concepto de simultaneidad, desde la Edad Antigua hasta comienzos del siglo XX, es uno de los capítulos más apasionantes del conjunto de conocimientos referentes a la física. Y el arte nunca dejó de flirtear con la ciencia, sin interrupción, durante miles de años. Un ejemplo de esto puede ser testimoniado en la pieza creada y producida por el Teatro Bombón, un festival de site-specific art, expresión en inglés que designa obras elaboradas de acuerdo con el ambiente y con un espacio determinado, el llamado arte de sitio. La singularidad de la acción cultural que sucede en Buenos Aires está en reunir artistas y vecinos para crear obras cortas en la cuadra donde viven o trabajan.

En “La Mujer que Soy”, la narrativa transcurre simultáneamente y de forma sincrónica en dos espacios que se interrelacionan. Cada apartamento relata una perspectiva de la historia, eso permite al público comprender el todo. Los personajes circulan de un espacio escenográfico a otro, y se encuentran una única vez en un corredor o hall intermediario. Esa experiencia autodefinida como à la carte tiene una duración de media hora, pues cada persona opta por ver uno de los ángulos, o visitar los dos nichos adyacentes en el orden que desee.

La estructura espejada sirve a la narrativa en torno de Mercedes y Martha. Ellas fueron casadas y ahora viven separadas, pero en ambientes contiguos. Después de cuentas, lo que tratan es definir el futuro del relacionamiento a partir de la transición de género de Mercedes. Su hija, Cecilia, irrumpe con una nueva novia en busca de abrigo temporario.

La dramaturgia del director Nelson Valente trata sobre la incondicionalidad del amor y sus múltiples facetas.

Cada vivienda tiene una estética y mobiliario propio. La de Martha es convencional, denota un orden apolíneo, predominan colores pasteles y ocres. Los muebles son parte de un juego. Decoración sobria, cuadros con paisajes. Da la sensación de ser un lugar calmo, pero aburrido. Ya la casa de Mercedes es barroca, de apelo dionisíaco, con colores estridentes. Los muebles son de distintas procedencias. Decoración hippie, llena de souvenirs, animales de peluche. Sugiere una morada alegre.

Quienes son
Teatro Bombón nace en 2014 como un festival site-specific art de obras cortas. Sus diez ediciones convidaron artistas de diversas generaciones y estéticas a crear más de 60 obras originales en las áreas del teatro, la danza y la performance, presentadas simultáneamente y por pedido. Una dramaturgia urbana de Monina Bonelli y Cristian Scotton en colaboración con artistas, gestores locales y vecinos, por lo tanto impregnada de espíritu comunitario.

Ficha técnica
Actuación Maiamar Abrodos, Daniela Pal, Mayra Homar e Silvia Villazur.
Dramaturgia y dirección Nelson Valente
Curadoría del Teatro Bombón Monina Bonelli, Cristian Scotton e Sol Salinas
Producción em Brasil OFF Produções Culturais – André Cajaiba, Celso Curi, Heloisa Andersen e Wesley Kawaai
Producción escénica Coletivo Zero
Dirección de arte y escenografía Emanuelly Abade e Fabrício Freitas
Asistencia de arte y escenografía Joana Chaves
Apoyo de elementos escenográficos Ismênia de Jesus e Instituto Procomum
Equipo de apoyo Joana Chaves, Chris Martins Dos Santos, Noah Lovelace e Tormenta

Esta obra formó parte del proyecto Bombón Vecinal, un festival site-specific de piezas cortas creadas por artistas y vecinos, en coproducción con FIBA – Festival Internacional de Buenos Aires, con el apoyo de Mecenato Cultural